El padre de Toshi, Yasuyuki, es testigo de un misterioso monstruo en el foso de un parque. Aunque huye presa del pánico, el único que cree en él es el pequeño Kei. Sin embargo, testigos del monstruo aparecen uno tras otro, e incluso sale en las noticias de televisión. Durante la conmoción, Kei casi es arrastrado por el agua del foso. Isami, que salta para ayudarlo, también es engullida por el vórtice creado por el monstruo y, antes de darse cuenta, llegan a una misteriosa cueva bajo el agua.