El glóbulo blanco U1146, cuando recibe la alarma de una invasión bacteriana gracias a su receptor, acude a la escena y se encuentra con el eosinófilo, otro tipo de glóbulo blanco, pasando apuros en el combate. El resto de células dudan de las habilidades del eosinófilo y empiezan a hablar a sus espaldas. Sin embargo, hay una cosa que solo los eosinófilos pueden hacer...