La encantadora y joven actriz Valerie St Clair, comprometida para casarse con el Príncipe Paul de Maurania, es el único testigo del asesinato de Henry Reedburn, un productor sombrío y autoritario. El Príncipe Paul le pide a Poirot que salve a Valerie de la sospecha policial, y el gran detective descubre que tiene un enigma para reflexionar: "¿Cuándo un asesinato no es un asesinato?"