Tras 13 años de ausencia, el 19 de agosto de 1561, desde la cubierta de un espléndido galeón y acompañada de un nutrido séquito como corresponde a una reina viuda de Francia, una atribulada joven de 19 años divisa tierra. Es María Estuardo, reina de Escocia. Educada desde su tierna infancia en la corte más exquisita de Europa, llega a su país, un pobre y pequeño reino dividido por las luchas religiosas y los constantes levantamientos entre los levantiscos clanes de la nobleza escocesa, sabiamente incentivados por la inteligente reina Isabel I, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, a quien el Papado ha declarado una guerra sin cuartel, en la que también se verá implicado Felipe II de España, el monarca más poderoso de la cristianlad.