Para incrementar sus poderes, Inuyasha se dirige al lugar donde su padre selló a un enemigo, Ryukotsusei, el espíritu dragón. Totosai y Myoga le dicen que no lo despierte, porque a su padre le costó mucho trabajo vencerlo y lo mismo sucederá con él; simplemente tiene que atravesar su corazón con su espada, pero Inuyasha se rehúsa y quiere luchar con él.