Nobita está celoso del nuevo robot de juguete de Suneo, y se empeña en tener uno igual... por lo que recoge unas extrañas piezas gigantes caídas del cielo. Doraemon se da cuenta de que con las piezas se puede montar un robot y Nobita y él se ponen manos a la obra hasta reconstruir un robot gigante que prueban en el mundo de a través del espejo.